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el bolso de Pili

fiebre

Lo bueno de no tener termómetro es que así, una nunca tiene fiebre. Lo malo es ir a casa de tu madre, que allí, hay de todo (además de jamón del bueno).

Pues eso, que estoy malita. Que me voy a moquear a otra parte. Prometo volver, sana y salva.

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